Un cronopio
pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle
en la mesa de luz, la mesa de luz en en dormitorio,
el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí
se detenía el cronopio, pues para salir a la calle
precisaba la llave de la puerta.
Historias
de Cronopios y de Famas
Julio
Cortazar